El Congreso de los
Diputados aprobó anteayer por mayoría
absoluta, con los únicos votos a favor del Partido Popular, la Ley Orgánica para
Mejora de la Calidad
Educativa (Lomce). Entrará en vigor a partir del próximo
curso 2014-2015 y por disparatado que
parezca el dato, resulta que es la séptima ley educativa de la democracia.
España sigue siendo el país con mayor fracaso escolar de la UE y supongo que tal vorágine
legislativa no ayuda mucho a remediar este hecho. Hay otro dato importante,
sabemos que la referida Ley durara en vigor lo que permanezca el PP gobernando,
puesto que el PSOE ya ha anunciado su derogación inmediata cuando llegue al
poder. En Cataluña parece haber menos problema puesto que la Consejera de educación parece
haber insinuado que la van a incumplir directamente ,(cuestión esta bastante
extendida en Cataluña respecto de cualquier tipo de Ley estatal últimamente), por
lo que en esta Comunidad Autónoma no tendremos que esperar a ningún cambio de Gobierno.
No voy a entrar a
valorar si la Ley
es buena o mala, creo sinceramente que tiene aspectos que resultan muy
acertados y otros que no lo son tanto, o nada. Lo que me parece absolutamente
lamentable, pero consustancial a la clase política española es que, teniendo el
índice de fracaso escolar más alto de Europa, no se afronte el problema y se
intente solucionar con un poco de perspectiva de Estado, y solo y reiteradamente
se haga de forma partidista de manera que cada Gobierno que “pasa” por la Moncloa ponga su granito
de arena para generar a mayor confusión en un asunto tan importante,
desmantelando aquello que ha hecho el anterior. Que el actual sistema educativo
español, no funciona es un hecho.Que la educuación y la formación académica y
profesional son pilares básicos de un estado de Derecho y de su futura
prosperidad, también. Que al menos deberían de existir unos principios básicos
de consenso en un problema que arrastramos hace mucho años y al que parece
imposible darle una solución coherente, esto ya no.
Por desgracia se
impone en España una vez más la política de partido a la de Estado, la verdad
de escaño a la real. Todo lo que hace el PP, es inaceptable para el PSOE y todo
lo que hace el PSOE es inaceptable para el PP, mientras que los nacionalistas
catalanes proceden directamente a su incumplimiento, y esta resulta,por
desgracia, ser la política imperante desde casi el advenimiento de la
democracia.
Mi hija de cinco
años y ya ha conocido dos leyes educativas distintas, mis hijos de quince y trece
, ya ni lo se, he perdido la cuenta. Intento mirar a su futuro y me pregunto si
esta política de locura educativa les
ayudara a tener mas oportunidades de formación y laborales en el futuro, a ser
ciudadanos mas cultos y por tanto mas libres o a ser mejores personas. La
respuesta me produce las mismas sensaciones que un virus estomacal galopante,
no muy buenas, la verdad.
Supongo que debería
terminar haciendo una llamada a la sensatez de aquellos que en España se
dedican a la política o a lo que en España por desgracia hemos acabado por
entender como política, pero sinceramente no creo que valga para nada. Vivo en
un exilio del partidismo político desde hace años, y estoy convencido de que
solo a la ciudadanía nos corresponde ya tomar un papel protagonista y activo
muy lejos de los gritos primarios de las ideologías partidistas. Las ideas son
ideas y las verdades son verdades y no son monopolio de unas siglas como desde
la transición nos han querido hacer creer.En este como en otros temas debemos
tomar la voz y debemos hacerlo aislados de consignas políticas, solo así empezaremos
a ser demócratas y quizás a tener un futuro mejor.
Antonio Navarro
Sefa
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